Beban media botella de vino al mediodía, terminen de beberla a la noche y pregúntense si ambas mitades tenían el mismo sabor. Seguramente no. El vino participa de esos misterios insondables que se mantienen en el tiempo. Hermann Hesse, poeta y novelista alemán decía: "que cada hombre es un ensayo precioso y único de la naturaleza". Aunque resulte un paragón algo irreverente, podemos afirmar que cada botella de vino en un misterio que develar, el inicio de una experiencia personal e intransferible.